Lo que no me explico es como pretendía la defensa de AMLO acreditar la compra de votos ofreciendo como pruebas gallinas, cerdos, patos, guajolotes, etc, etc. etc. ¿Acas o pensaban traer al Dr. Dolittle para tomarles su declaración?
Para acreditar que las tarjetas Soriana fueron para la compra de votos, se tendrían que haber presentado los ciudadanos titulares de las mismas a ratificar su titularidad y a manifestar su dicho, que fueron “comprados”, hecho que obviamente nunca paso.
Ofrecieron pruebas como despensas, sartenes, relojes, etc etc., pero eso no acredita nada, cualquiera las pudo haber hecho o comprado. Me encabrona que no haya habido seriedad en el OFRECIMIENTO DE PRUEBAS y en término jurídicos esto se declaraINFUNDADO que quiere decir que NO TIENE FUNDAMENTO.
Sin embargo, es un hecho que hubo compra de votos. Y no nada mas del PRI, solo que estos se vieron mas descarados.
Yo pude ver de propia mano como en varios lugares hacian filas los acarreados para ofrecer su voto al PRI a cambio de Dinero. Es un hecho que el PRI comprò los votos, pero también lo es, que muchísimos ciudadanos se prestaron a entrarle al Juego de la Corrupción, ahora bien: ¿Quien tiene mas culpa? ¿El que pago el voto? ¿O el que vendió su voto?
Para bailar se necesitan dos, y es un hecho que millones de ciudadanos decidieron tener a un Pendejo como Presidente a cambio de un varito. Muchos se podrán excusar que “fue por necesidad”. ¡Necesidad mis huevos! 100 putos pesos, o 500 ó 1000 no sacan a nadie de pobre.
Tristemente lo que nos ha hundido como País es la mentalidad del Mexicano “El que no tranza no avanza”. El PRI ofreció, pero el que tuvo la última palabra fué el ciudadano, y ahora, todos pagan justos por pecadores. Me avergûenza tener a un soberano pendejo de Presidente como EPN, pero mas me avergûenza saber que muchos ciudadanos sean igual o más pendejos que este al vender al País por una tarjeta Soriana.
Aristóteles dijo “Cada Pueblo tiene el Gobierno que se merece” y tenía toda la razón: “Un pendejo para que gobierne a otros pendejos”.
Por eso mismo, renuncio a este Gobierno. Dejaré de pagar impuestos, me declararé en ceros, transitaré por las vías libres, comprare en mercados o tianguis, utilizaré mis gadgets hasta que den todo de sí, evitaré la TV, me inclinaré por el Internet, compraré lo hecho en México pero que venga de gente propia y trabajadora, evitaré en toda forma posible el pago de mis impuestos y no, no es díficil, es más fácil de hacerlo de lo que creen por que Peña Nieto, ese pendejazo, NO es mi Presidente.
¡Hazme el chingado favor!
Cortesía de El iluminado
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