Gustavo Madero, presidente del PAN, y Jesús Zambrano, dirigente del PRD, dieron ayer una inusual conferencia de prensa en la que anunciaron que llevarán a la Procuraduría General de la República (PGR) la denuncia por el presunto uso de tarjetas de Monex para pagar a operadores priistas con dinero de origen desconocido.

Madero dijo que se presume el "lavado" de dinero porque se desconoce el origen de los recursos usados por el PRI, aunque dijo que eso no implica necesariamente vínculos con el crimen organizado.
Dijo que puede tratarse de desvío de fondos por parte de gobiernos estatales hacia el PRI.
Los dirigentes partidistas pedirán al Instituto Federal Electoral que presente un informe sobre sus investigaciones en torno al caso Monex y que ésta sea entregada al Tribunal Electoral antes de que califique los comicios del 1 de julio.
El IFE insistió que hasta ahora no hay evidencia de delitos en la campaña.
El PRI reconoció que usó más de 7 mil tarjetas de prepago para distribuir 66 millones de pesos entre los operadores de su estructura electoral.
En un documento entregado a la PGR, el tricolor rechazó que el servicio de tarjetas se haya contratado con el banco Monex y nombró a la empresa Alkino Servicios y Calidad como el proveedor.
El documento afirma que el dinero de las tarjetas forma parte del gasto corriente del Comité Ejecutivo Nacional.
El presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, negó las acusaciones hechas por Madero y Zambrano.
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